El efecto latigazo es el movimiento que efectúa la cabeza (hacia delante y luego hacia atrás o viceversa) cuando tenemos un accidente de tráfico.

Se denomina así porque este movimiento es similar a un golpe con un látigo.

Este efecto puede producirnos una lesión de gravedad en las vértebras del cuello si no utilizamos correctamente el apoya cabezas del vehículo.

El efecto latigazo consiste en:

Si el vehículo es impactado por detrás:

1. El tórax se desplaza violentamente hacia delante.
2. La cabeza no acompaña al tórax en este movimiento, ya que tienda a quedarse en el sitio donde se encontraba.
3. Surge un violento movimiento de la cabeza hacia atrás, en relación al tórax que va hacia delante.
4. Luego, la cabeza se desplaza hacia delante violentamente.

Si el vehículo es impactado por delante:

1. Al detenerse el auto, la cabeza sigue el movimiento que transfería el vehículo.
2. La cabeza se desplaza hacia delante violentamente.
3. Luego se desplaza hacia atrás violentamente.

¿Cómo evitarlo?

Es muy importante, para evitar el efecto latigazo, que el apoya cabezas esté bien colocado. Este elemento retiene la cabeza y evita un movimiento de flexión violento. Debe estar colocado a la altura correcta (el borde entre el límite superior de la cabeza y la altura de los ojos), a la distancia correcta (que nos permita mantener el cuello alineado con la columna vertebral) y bien sujeto (que no se mueva).